viernes, 9 de noviembre de 2007

Mi viaje a la India. Parte III

Llegamos a casa de Kaki y Kaku (tía y tío en bengalí) quienes me recibieron con una calidez impresionante, como si me hubieran conocido de toda la vida y tuvieran años sin verme. La casa estaba cerca de una esquina en un callejón oscuro y sin pavimentar, era una casa modesta, tenía un salón largo con unos 15 ó 20 metros de superficie total donde había una mesa y cuatro sillas en la zona del comedor y un sofá pequeño para dos personas, una silla, una mesita y un televisor a color pequeño en la zona de la sala, también había un reloj de pared redondo que marcaba la una de la mañana. El suelo era de cemento y las paredes estaban pintadas de color pastel…aunque se notaba que ya hacía tiempo que se les había dado la última mano. El entorno era humilde, pero parecía limpio.

Yo me sentía halagada porque ellos se deshacían en atenciones por hacerme sentir bienvenida, pero al mismo tiempo me sentía asustada, me sentía completamente vulnerable. Kaku me ofrecía comida, pero yo no sabía si estaría limpia o no, si la carne estaría fresca o no, y qué tal si me enfermaba de por vida?????, me ofrecían agua…pero era de la llave….y qué tal si me daba de aquella hepatitis de la que no me dio tiempo a vacunarme????....pero, cómo iba yo a decir que no!???, después de tanta entrega de su parte!!!???....así que muy a mi pesar, acepté todo.

Había moscos por todos lados, yo sudaba y sudaba, no había luz porque había habido un apagón, cosa muy frecuente en la zona…el entorno se iluminaba con una vela blanca, ellos me miraban y se limitaban a sonreír porque, excepto Tatai, ninguno hablaba inglés…. Me sentía querida y a la vez culpable por tener tanto miedo….en el fondo me preguntaba, ¿qué haces aquí? ¿qué demonios viniste a hacer a la India?....y pensé “mejor ve y duerme, que mañana será otro día…”

A la mañana siguiente me sirvieron de desayunar un huevo, dos panes bimbo con pimienta y agua de botella que compraron después de mi cara de susto del día anterior. Después me llevaron a conocer al resto de la familia y la papelería de Taposh, el tío de Sourav. Parecía como si fuera una ocasión especial, todos dejaban de hacer lo que estaban haciendo, se reían mucho e invariablemente me daban de comer. Más tarde, llamaron al chofer (ellos no tenían coche) que me había recogido el día anterior del aeropuerto y que me llevaría al centro de Calcuta para reunirme con Julia, no sin antes cobrar 4 veces más el costo normal del trayecto…

La manera de conducir es única! Que los italianos manejan mal??? ja!!! Que los mexicanos son unos temerarios al volante?? Ja ja ja!, me río!. Para empezar, las calles no tienen líneas de carriles pintadas, así que todos lo coches / camiones / motos / rickshaws / bicicletas van en el carril que se les antoja, del lado derecho o del lado izquierdo…da igual, y ya cuando tienen a alguien de frente y le han pitado al menos 5 veces y sigue sin definirse quien puede más, alguno de ellos cede y se quita del camino del otro sin disminuir ni un poquito la velocidad….Eso señores, es estrés!!! No ir a la oficina todos los días o lidiar con clientes!!!.

No hay comentarios: